Para la mayoría de criaturas vivientes decir Almería es decir sol (quien bautizó a París como la ciudad de la luz o no nos conocía o se pasó con la absenta en alguna noche loca junto al Sena) y playas. Y también para esa mayoría seguro que no es ningún secreto que la Costa de Almería alberga algunas de las playas, ensenadas y calas más bellas del mundo. Calas abruptas y recónditas de aguas turquesas, extensas playas arenosas junto a humedales, refugios nudistas donde defenestrar el móvil y todo lo que huela a civilización, playas urbanas ideales para el turismo más tradicional…en fin, que tenemos de todo, y todo de primerísima.
Nuestra costa envidiable se puede dividir en dos tramos: Poniente y Levante, incluyéndose en esta último el archiconocido Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. En estos dos tramos litorales encontrarás infinitas playas preciosas, pero como no puedo recoger todas en este post (más de 200 km de costa dan para mucho) no tengo más remedio que arriesgarme a seleccionar 10. Seguro que alguna de ellas te cae cerca de donde pares, por lo que no tienes excusa para no visitarlas. (ADVERTENCIA: la Costa de Almería resulta altamente adictiva).
Bueno player@s, aquí van mis 10 mejores playas de Almería en modo cuenta atrás (al final del post tenéis un mapa con las ubicaciones)
10. Playa de Aguadulce (Roquetas de Mar)
Una de las playas con más solera de toda la Costa de Almería es la de Aguadulce, perteneciente a esta antiguo enclave de pescadores que fue declarado Zona Turística en 1964.
Tiene una longitud de 2,5 km y, como todas, solo se masifica los fines de semana de las vacaciones estivales. Es una playa que cuenta con todo tipo de infraestructuras y servicios (aseos, duchas, papeleras, sombrillas, hamacas, etc.) Además tiene acceso especial para personas con movilidad reducida (junto al puerto deportivo).
Playa ideal para urbanitas, si te cansas de estar tumbado en la arena no te agobies, que seguro que en pocos pasos acabas encontrando algún chiringuito!!
9. Playa de Las Salinas (Cabo de Gata)
Con sus 5 km de longitud es una de las playas más extensas del P.N. Cabo de Gata-Níjar, situándose entre el pueblo de San Miguel de Cabo de Gata (simplemente el Cabo) y la Almadraba de Monteleva. Toma su nombre de las Salinas de Cabo de Gata, una antigua albufera que forma un rico ecosistema de aves acuáticas, entre ellas especies migratorias como el flamenco rosado.
Puedes acceder a la playa usando unas pasarelas de madera situadas junto al parking, que en realidad es el mismo arcén que se extiende por ambos márgenes de la carretera. Eso sí, recuerda tirar de kit playero (nevera, sombrilla y demás…).
Si sopla el viento de Poniente descártala y visita mejor alguna de las playas que encontrarás desde el Cabo de Gata (me refiero al accidente geográfico) hacia el norte. Y llegados a este punto sería necesario hacer una aclaración importante, pues cuándo hablamos de Cabo de Gata en realidad podemos referirnos al pueblo, al accidente geográfico del cabo o al parque natural.
8. Playa de Punta Entinas-Sabinar (Roquetas de Mar)
Si piensas aún que Poniente almeriense= Mar de Plástico, no hay mejor remedio que una excursión a esta inmensa playa arenosa de más de 2.600 m. de longitud que se extiende a caballo entre Roquetas y El Ejido. Aunque en realidad comprende varias playas, toma su nombre de un paraje natural formado por dunas, salinas y lagunas donde se alojan aves acuáticas.
En pocas zonas de nuestro litoral gozarás de tal sensación de soledad entre la enormidad como en esta playa. Está completamente intacta, se practica el nudismo y no tendrás problemas para aparcar en el mismo carril por el que accedes (ya sea desde la urbanización de Roquetas o desde Almerimar). Las vistas de la Bahía de Almería y las sierras cercanas son espectaculares, divisándose incluso las cumbres de Sierra Nevada. En sus fondos se halla una de las más extensas praderas de Posidonia de nuestras costas.
Esta zona también es tierra de cine ya que en las dunas de Almerimar se rodó Conan el Bárbaro en 1981.
7. Playa del Arco (Níjar)
Más conocida como de Los Escullos, aunque no lo sea propiamente, por el pequeño pueblo que allí se localiza al amparo de la Batería de S. Felipe (idéntica a la del Playazo de Rodalquilar). También se conserva, aguas adentro, el pecio de la fragata Águila, que se fue a pique en 1745 cuando navegaba hacia Cartagena.
Suele ser una playa tranquila, de pequeña grava oscura y posee servicio de vigilancia, hotel y la famosa discoteca Chamán. Se hizo famosa porque aquí se rodaron escenas de la película de James Bond, Nunca digas nunca jamás.
Durante años esta fue una de las playas más animadas de la costa almeriense, ya que albergó un garito inolvidable, La Jaima, y aunque éste nos la arrebataron, siempre nos quedará uno de los amaneceres más mágicos de toda Almería, que tiene como protagonistas al sol, el mar y La Isleta.
6. Cala del Plomo (Níjar)
Como varias de las playas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar se ubica en la desembocadura de un cauce, y para acceder a ella lo mejor es hacerlo desde Aguamarga, bien a pie, bien en coche por la rambla que da nombre a la cala. En este mismo lecho seco encontraréis un curioso cortijo fortificado del siglo XVIII.
Esta coqueta playa se compone de arena y guijarros, ofreciendo unas aguas de ensueño para los amantes del snorkel (como todas las de Almería en realidad), pudiendo disfrutarse de las praderas de Posidonia, una planta marina que ejerce de hábitat para otras muchas especies y que es la gran culpable de las limpias aguas de esta zona.
Esta cala se ha convertido en destino de famosos los últimos veranos, como Iker Casillas o miembros de la realeza europea (incluídos los Reyes de España) deseosos de alejarse de los destinos mediterráneos más trillados (sí, justamente esos que acabas de pensar!).
5. Playa de Los Genoveses (Níjar)
Esta majestuosa bahía natural, de las más fotogénicas de Almería, se halla a tan sólo 2 km de la población de San José. Sus 1.200 metros de fina arena dorada y la ausencia total de cualquier tipo de construcción la convierten en una de las playas vírgenes de Almería que no debes perderte. Según la tradición el nombre proviene de la flota genovesa que fondeó allí antes de asaltar la ciudad de Almería en 1147.
Para llegar es necesario tomar el bus que parte desde San José en verano. En las piscinas y roquedales que forma el impresionante morrón se localiza la zona naturista.
Esta playa también es famosa por haber sido escenario de varios rodajes, como El viento y el león, protagonizada por Sean Connery.
4. Playa de Mónsul (Níjar)
La ensenada de Mónsul es una extensión de arena dorada de no más de 300 metros de longitud a la que se llega tras continuar por el mismo carril que nos conduce a Los Genoveses. Elegida por Steven Spielberg para su Indiana Jones y la Última Cruzada, hablamos de una de las playas de Almería más mimada por la cámara, ya que otras muchas películas y videoclips se han rodado aquí, cómo el Ave María del artista local David Bisbal.
En el centro de la playa, en la orilla, destaca un inmenso peñasco volcánico conocido como La Peineta. Otro gran atractivo de esta singular playa es su inmensa duna rampante. Trepa hasta ella, pues las vistas de la costa hasta la atalaya de Vela Blanca son fabulosas.
No hay ningún tipo de servicio, así que debes ser autosuficiente. Hay un pequeño parking cerca de la playa (a 200 m.) en el que tienes que pagar 5€ en verano, y es que debes RECORDAR que el número de vehículos se limita en estas fechas estivales, por lo que resulta aconsejable tomar la lanzadera que parte desde San José.
3. Playa de Los Muertos (Carboneras)
A pesar de lo trágico del nombre (proveniente de los cuerpos de náufragos que las corrientes depositaban en su orilla), esta playa de enigmática belleza es asidua en los puestos de honor de los ránkings de mejores playas.
Pertenece a Carboneras, aunque se sitúa a medio camino entre el Pueblecico, así conocemos a Carboneras en nuestra jerga, y Aguamarga. Será allí, junto a la misma carretera, dónde encontrarás el parking (5€ en verano) ya que para acceder a la playa tendrás que bajar a pie por un angosto sendero (llevad calzado apropiado). Si deseas llegar en barco infórmate en la oficina de información turística de Carboneras.
Esta playa de 1.6 km de extensión es completamente virgen, de pequeños chinorros y aguas rabiosamente azules. Una vez más se ubica dentro del área protegida del Parque Natural y tendréis que ir temprano para poder aparcar.
Si una vez regresad@s al coche os olvidáis del salitre y la subida, será el momento idóneo para disfrutar de una de las mejores panorámicas de la provincia de Almería. Para ello deberéis subir hasta Mesa Roldán, un antiguo arrecife coralino donde encontraréis un faro, hoy museo, y una antigua torre artillada del siglo XVIII (que sirvió de escenario en Juego de Tronos). Os aseguro que la experiencia será memorable… (y espero que este post tenga algo de culpa!).
2. El Playazo de Rodalquilar (Níjar)
(OJO, no confundir con el otro Playazo que tenemos en Almería, el de Vera!!)
A pesar de encontrarse a 3 km de la población de Rodalquilar, famoso por su pasado minero, esta preciosa bahía natural presenta un cómodo acceso asfaltado que discurre por una gran rambla. En el trayecto observaréis algunos restos del antiguo poblado minero fortificado, destacando la Torre de los Alumbres, la cual no impidió que los primeros mineros y sus familias fueron capturados por los piratas berberiscos en 1520 (y es que lo de los piratas aquí no fue ningún cuento).
Ya una vez en el Playazo, a la izquierda conforme miras al mar, verás el castillo de San Ramón, una batería de cuatro cañones construida en 1764 sobre una duna fósil. Sería a partir de aquella época cuando la seguridad empezaría a llegar a la costa poco a poco.
Si estás de buen ánimo explora un poco junto al castillo, pues encontrarás jugosas calas, fósiles de tiempos remotos y un curioso embarcadero tallado en época incierta. Si dispones de calzado adecuado para senderismo atrévete con el Sendero de la Molata, que conduce desde la batería hasta la Cala del Cuervo; será 1 hora maravillosamente invertida de tu existencia (agrégale otra hora más para la vuelta).
Es una más de las playas frecuentada por naturistas, sobre todo en sus extremos rocosos, hay aparcamiento, y recuerda, una vez más, que te encuentras en un paraje completamente natural.
1. Cala de San Pedro (Níjar)
La Cala de San Pedro es de esas playas que te permiten soñar despierto, resultando especialmente apta para aventurer@s y romántic@s. Ubicada al final de una rambla que se encajona entre dos inmensas moles rocosas, se encuentra a unos 4 kilómetros de la barriada nijareña de Las Negras y cuenta con una fuente natural, (algo milagroso en la Costa de Almería) que ha permitido el desarrollo de vegetación variada, lo que le concede el aspecto de un oasis. Acceder a ella no es sencillo y ahí radica parte de su encanto, ya que se puede ir de excursión a pie, tomando un desfiladero desde Las Negras (algo menos de 1 hora) o en lancha desde ese mismo pueblo (unos 12 € por viaje).
Fue precisamente la existencia del manantial, codiciado por piratas, lo que propició la construcción de una torre durante el reinado de Felipe II a la cual se añadiría posteriormente una plataforma para artillería. Ambas, especialmente la torre, se encuentran en estado ruinoso actualmente.
Es una cala nudista convertida en refugio hippy desde hace muchos años, pero no os dejéis engañar que business is business, así que llevad la cartera preparada por si os apetece algo fresquito o tenéis hambre (lo pagaréis, os lo garantizo). Y es que algunas de las antiguas, y otras no tanto, construcciones que hay dispersas por las laderas y la playa se han reconvertido en bares y garitos.
Subid por la rambla a la cueva para embadurnaros de arcilla, bucead, recorred los senderos que discurren por las laderas y disfrutad a tope de este paraíso en la tierra (mejor siempre en temporada baja) pero por favor no la ensuciéis, así que usad jabones únicamente naturales si os bañáis en la fuente y llevaros hasta Las Negras la basura que generéis (también las colillas!!).
Fotografías procedentes de mi archivo personal, de libre descarga o cedidas amablemente tanto por la la Diputación Provincial de Almería como por Jesús Morillas.