Tras la primera entrega (no os la perdáis y después volvéis aquí!!) sobran ya las presentaciones, así que vamos sin más con el esperado top 5 de glorias cinematogáficas de Almería (al final tenéis un mapa con las localizaciones):
5. Indiana Jones y la última Cruzada (1989)
Para la tercera parte de la saga del intrépido cazatesoros, uno de los iconos del cine de aventuras de los 80, el mago Steven Spielberg usó su varita con maestría para confeccionar el que fue, para mí, el mejor título de la serie. A ello contribuyó un presupuesto colosal, la señorial presencia de Sean Connery y una trama trepidante generada por la búsqueda del Santo Grial y localizada en Jordania, Venecia y Alemania.
Si bien el rodaje en Almería transcurrió con gran secretismo, se dejó sentir intensamente en la ciudad a la par que la ilusión se apoderaba de la parroquia local, encantada de presenciar una superproducción de primer nivel después de muchos años. Cómo siempre Tabernas fue protagonista, acogiendo las escenas de acción con los tanques, así cómo la capital, dónde se las apañaron para introducir un Rolls-Royce en el claustro de la Escuela de Artes.
4. Patton (1970)
Hollywood ha tenido siempre en la II Guerra Mundial una inagotable cantera de héroes (y si eran americanos, mejor!). La productora, la Fox, se volcó en el proyecto de llevar a la Gran Pantalla las andanzas del general George Patton, un tipo singular y polémico, y la jugada no le fue nada mal ya que la película obtuvo 7 Óscar, entre ellos el de mejor película y mejor actor para George C. Scott, quien sería el primer actor en rechazar el galardón.
Almería sacó a relucir de nuevo su camaleónica naturaleza, disfrazándose en esta ocasión de Sicilia, el Norte de África y Malta. Tabernas, Cabo de Gata, Felix y Uleila del Campo acogieron el trasiego de uniformados, aviones y explosiones, mientras que en la capital se producía un hito histórico, ya que por primera vez los rodajes se desarrollaban en pleno casco antiguo, contándose además con la presencia de 700 figurantes almerienses para la archiconocida escena en la Plaza de la Catedral, en la que 21 tanques provenientes de Cabo de Gata invadieron el centro urbano.
3. Conan el Bárbaro (1982)
Para adaptar a la Gran Pantalla las aventuras del bárbaro cimmerio, un personaje del mundo del cómic, el director John Milius escogió mayormente a un elenco de actores sin experiencia (algunos ni lo eran) encabezado por un ex-culturista austríaco de apellido impronunciable. A pesar del riesgo de la apuesta, el reparto estuvo a la altura viéndose magníficamente secundado por la producción artística, la banda sonora y los paisajes de Almería, conocidos ya por Milius desde que rodase aquí El Viento y el León.
El resultado fue una soberbia epopeya plagada de memorables escenas «almerienses», cómo la Batalla de los túmulos (en Almerimar), el templo de la Montaña de Poder (construído ex profeso en el Peñón de Bernal) o el encuentro de Conan (Arnold Schwarzenegger) con la civilización de la mano de Subotai (Gerry Lopez) mientras recorren diversos parajes del mundo hybóreo (en realidad Tabernas o la Alcazaba); de fondo suena Theology/Civilization, una pieza musical que es ya leyenda, al igual que el resto de la banda sonora y la propia película.
2. La muerte tenía un precio (1965)
Érase una vez un cineasta italiano que se atrevió a reinterpretar el género cinematográfico más norteamericano, confiando en su amigo romano de la infancia para que le compusiera las bandas sonoras y en un desconocido actor americano cómo protagonista. Aquella aventura se materializó en tres películas extraordinarias (La Trilogía del Dólar) que revolucionaron el Western y encumbraron eternamente a la tríada Leone-Morricone-Eastwood.
Con La Muerte tenía un precio, el segundo film de la Trilogía del Dólar, se acuñó definitivamente el término de Spaghetti western, a cuyo ADN iría ya unido para siempre el nombre de Almería. Esta segunda entrega se rodó casi enteramente aquí y es quizás la cinta que más sentimos como propia, a la vez que aquella cuyo legado permanece más vivo (se efectúan recreaciones de la misma y se conserva el poblado construído ex profeso en Tabernas, (hoy reconvertido en parque temático bajo el nombre de Oasis MiniHollywood).
Una fotografía sobresaliente, musicada por un silbido inmortal, nos traslada al Cortijo del Fraile, la Torre de los Alumbres o la iglesia de Turrillas, escenarios indálicos dónde antihéroes y vengadores van en busca de su destino final, el cuál encontrarán en la era de Los Albaricoques en forma de épico duelo a tres bandas, uno de los más célebres de la Historia del Cine, junto al que cerraría el último título de la Trilogía; El bueno, el feo y el malo.
1. Lawrence de Arabia (1962)
Tras Jordania fue Almería la principal localización elegida para narrar las aventuras del controvertido militar inglés que instigó el levantamiento árabe contra el Imperio Otomano durante la I Guerra Mundial. Aunque no fue el primer rodaje que se conoció en estas latitudes, bien podríamos decir que con ella empezó todo, ya que nos situó definitivamente en el mapa, contribuyendo decisivamente a despertar del letargo a una tierra hasta entonces remota y olvidada.
Las cifras de Lawrence de Arabia son las propias de una empresa titánica: 700 caballos, 159 camellos, la ciudad jordana de Aqaba (con unas 300 casas reales de ladrillo) recreada en la Rambla Alias y todos los albañiles y transportistas de la capital empleados por la productora. Las dunas de Cabo de Gata ejercieron de Arabia, viendo cómo en las mismas se filmaban las míticas tomas de los ataques a los trenes turcos.
Todo el encanto y esplendor del mejor cine clásico de Hollywood se dieron la mano para crear esta Obra Maestra del Séptimo Arte, que obviamente fue la mejor película rodada en Almería. Por ello siempre estaremos agradecidos a Lean, Spiegel, Jarre, Guinness, Quinn… ya que aunque no volveremos a ver nada igual, siempre nos quedará el placer de volver a deleitarnos con su hechizo durante algo más de 3 horas y media.
Y hasta aquí este 2º post sobre Almería y sus 10 mejores películas, esta tierra de cine que nunca dejó de serlo y cuyo sueño hicieron posible much@s almerienses, cómo José Galera «El Habichuela» (1936-2005).
La información para los posts Almería y el Cine (I y II) ha sido mayormente extraída de: VV.AA (2018): CINE, Guías de Almería, Territorio, Cultura y Arte, 10. Diputación de Almería, Instituto de Estudios Almerienses.
Mi reconocimiento y gratitud para todos aquellos que mantienen vivo el legado del cine en Almería.